Ayer hubo varias manifestaciones contra la reforma laboral en España, una reforma que ya se ha dicho por activa y por pasiva que no gusta. A los trabajadores porque genera inseguridad laboral y a los empresarios porque no da derecho de pernada que lo habían pedido. En la manifestación destacaban las banderas, de CCOO, del PSOE, de UGT, de la República...
Una bandera, es un estandarte bajo el cual un grupo de personas se reúnen por motivos de nacionalidad, ideología, religión, etc. Por eso ayer me pareció triste ver doscientas banderas diferentes. Cada uno va a lo suyo. Si se manifestaron 1 millón de personas, lo único que tenían en común fue el que no gustaba la reforma, pero no estaban de acuerdo ni en el porqué.
Una manifestación que, además la encabezaban los principales culpables de la situación: los sindicatos de la barriga llena, UGT y CCOO. Estos sindicatos solo luchan por el derecho a recibir dinero porque sí, sin ganárselo. Si se autofinanciasen, no hubiesen ganado ni un euro en los últimos 7 años, en los que destaca un alarde de Huelga General pactada con el Gobierno a la vuelta de las vacaciones, en vez de en el acto. Estos grupos liderados por el dúo de cómicos que menos gracia hacen (hasta Los Morancos son mejores), llevan años parasitando en nombre de una lucha obrera que no existe, similar a cuando el Presidente de los EEUU dice que Dios le manda a hacer la guerra. Son unos sinvergüenzas que se nutren del amiguismo con los partidos de izquierdas y más concretamente del PSOE.
Existe otro grupo que utiliza otra bandera, el Gobierno se escuda bajo la bandera de la nación, diciendo que 11 millones de españoles votaron por ellos, sus votantes también se cobijan bajo esa bandera, bandera bajo la que quizá también quieran estar cobijados personas que ayer se manifestaron, pero que no la sacaron porque es motivo de alguna clase de vergüenza o fobia. Aunque en el otro bando saliesen los 14 o 15 millones que no votaron a este gobierno, seguirían en minoría, ya que cada uno iría con su propia bandera, cuando no estamos librando una guerra para imponer una nueva bandera, si no que estamos luchando contra una reforma laboral.
Mientras no nos demos cuenta que la bandera que enarbolamos es menos importante que el colectivo que se manifiesta, nunca ganaremos, así que el próximo día que salgáis, dejad la bandera en casa y salid a manifestaros como ciudadanos, no como partidarios de A o B. Dará mejor imagen. "La bandera de la libertad no tiene color. O la libertad no tiene bandera" cantaba la Banda Hachís. Es una reflexión muy válida.