Tras leer la prensa deportiva de hoy, tengo la sensación de que ayer no vi el Inglaterra - España de Wembley, si no otro partido. Uno del Real Madrid de Capello de cuando iba por detrás del Barça y la prensa decía que jugaba mal. Sí, el Real Madrid que en dos temporadas con el italiano conquistó dos ligas con un sistema parecido. Que a nadie se le olvide que con un 1 - 0 en 38 partidos se consiguen todos los puntos de la liga. Por aquel entonces no todo eran parabienes hacia el técnico, ni mucho menos y no es el tema que quería comentar tampoco. Para repasar la memoria de la prensa hay blogs mejores como La Libreta de Van Gaal.
Lo que yo quería comentar es el "maravilloso" juego de España. Un juego que ha ido a peor desde que se obtuvo la Eurocopa, pero que, al haberse conseguido el Mundial, nos hace pensar que sigue siendo excelente.
La base de esta excelencia es mantener la posesión, una táctica ridícula si no se terminan las jugadas. Ayer en una emisora de radio lo compararon con el Barça en su faceta de entrar con el balón en la portería. Pero la mejor España no era esta que "se parece" al Barça. La mejor España fue la que tuvo a un Marchena y un Puyol superlativos en defensa, un Senna que lo hacía todo bien y un juego al contragolpe que hacía que los equipos rivales tuviesen que guardar las espaldas ante la velocidad de Torres. Ese sistema cambió y no es que los futbolistas hayan empeorado, es que ha cambiado el sistema. El Mundial se ganó por inercia y porque Alemania que jugó un campeonato mejor que el nuestro se amilanó tras perder en la Eurocopa con nosotros.
El partido de ayer fue una de las peores versiones que he visto, con llegada, pero sin finalización, atrapados en la red indesenredable de Capello, que deberíamos conocer de memoria y, sobretodo, sin alternativas de juego y eso es lo peor. Más allá de que nuestros delanteros no estén en racha, que los centrocampistas no tiren de lejos y, porque no decirlo, de que no ponemos intensidad en partidos amistosos (y ni falta que hace) La auténtica carencia de alternativas y los nulos experimentos con gaseosa de Vicente del Bosque, que no convoca a jugadores más en forma para probarlos, a pesar de que después lleve a los mismos, harán que todos los equipos aprendan de memoria como jugamos e imiten la defensa de Inglaterra en partidos más importantes y entonces nos sacarán los colores.
El partido de Inglaterra fue feo, pero ganaron. Y quizá eso no sea suficiente para la gran España de los títulos, pero da victorias en campeonatos. Y con jugadores cansados y con carga de partidos excesiva, apostaría antes por el 1-0 en todos los partidos que a una tanda de penalties con un juego brillante.
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