Nos sobran los motivos

Siguiendo con lo de ayer, voy a exponer aquí los motivos por los que debéis votar a cualquier partido el 20 de noviembre (2011 2011), sea cual sea vuestra preferencia. Lo voy a distribuir en tres sencillos y cortos bloques y van a ser tres. Votantes y/ simpatizantes de PP, PSOE y los demás (siempre mirado en el ámbito de La Rioja).

¿Por qué debes votar si te gusta el PP? Porque, aunque a priori lo tengan todo hecho para obtener mayoría parlamentaria (y absoluta, probablemente), esto no se termina hasta que se deposita la última papeleta a las 20.00 (creo). Porque no sería la primera vez que las encuestas se equivocan, porque no sondean a 40 millones de personas y porque, la mayoría de los abstinentes son de otras ideologías. El consejo casi sobra para vosotros, la derecha vota en masa, una actitud loable, pero no la dejéis.

¿Por qué debes votar si te gusta el PSOE? Porque aunque estés desilusionado con la última legislatura, Rubalcaba no es Zapatero. Sí, estuvo allí, pudo haber hecho cosas, pero no conocemos como funcionan los partidos hasta la hora de las votaciones en el congreso en el que votan todos lo mismo aunque estén en desacuerdo. Por eso deciros, no perdáis la esperanza y no olvidéis que vuestra desidia hara que gobiernen otros que quizá lo hagan mejor. Pero no serán los vuestros.

¿Por qué debes votar si te gustan otras opciones? Lo dije ayer, la obtención de grupo parlamentario es ya un paso adelante para poder empezar a propulsar políticas. Aunque no consigan escaño en tu circunscripción, puedes ayudarles a lograr objetivos. Y se puede cambiar. En Logroño se desterró al Partido Riojano del ayuntamiento y pasó a ser la quinta opción de los logroñeses. Los cambios son posibles, pero no si no votáis. Porque os han inculcado que el voto a minoritarios favorece a las mayorías, pero no es así, es falso. El voto favorece al que has votado. Le da alas para seguir trabajando, asusta a los gobernantes ante la posibilidad de que cojan fuerza y hacen mejor su trabajo para no salir de las instituciones.

En definitiva, hay que votar, hay que demostrar que estamos aquí. Y si todo sale como está previsto, por lo menos que se vea que se queda sin representación el 40% de la gente. Pero el abstinente no cuenta en democracia. Si no eliges, no digas que todo estaba hecho, porque faltaba una cosa por hacer, faltabas tú.