martes, 6 de diciembre de 2011

Di treinta y tres

Hoy hace treinta y tres años que se aprobó el texto peor redactado y que más se contradice a sí mismo de la Historia de nuestra nación. La Constitución Española de 1978. Un texto en el que se defiende la igualdad de culto pero se destaca a la Iglesia Católica en el enunciado, que habla del derecho a la igualdad mientras dedica un título a dar privilegios a una familia y un párrafo a establecer diferencias entre Comunidades Autónomas, que habla de libertad de información y de privacidad en el mismo capítulo y que mete en un saco derechos y libertades que no pueden ser jurídicamente defendidas por igual.

Un texto que además de contradictorio es inútil, es violado constantemente y no tiene una tutela judicial efectiva. Un texto válido para la transición, pero inútil treinta años después, que requiere reformas estructurales y sólo es parcheada a instancia de países ajenos y no por un Tratado, Directiva o Reglamento como en ella se recoge. Un texto firmado por gente que nunca conoció la democracia, por personas que han vivido subyugadas o de acuerdo al dictado de una sola persona y ejecutada por gente que se apunta la victoria que obtuvo una enfermedad al haber sido incapaces de luchar y que recoge deseos del dictador anterior.

En definitiva, si no estuviese de baja hoy mismo iría a trabajar aunque fuese al campo por no conmemorar el día que se perpetró semejante atentado jurídico y que para lo único que le sirve al ciudadano de a pie es para coger fiesta o puente.

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